El amigo Hindú de Carlo Acutis a quien el santo italiano conquistó para Cristo con su testimonio y el Rosario
Mohur recuerda que el pequeño Carlo se le acercó con una gran sonrisa y le regaló un chicle. También que una vez cogió sus juguetes, incluidos algunos regalos de Navidad, y le pidió que lo acompañara a venderlos para darle el dinero a los pobres. "Siempre hablaba de la Eucaristía, de Jesús, de cómo sufrió y sacrificó su vida por nosotros”.